VOCES DEL UNIVERSO

VOCES DEL UNIVERSO

miércoles, 17 de septiembre de 2014

AMÉRICA GUERRERO GONZÁLEZ


Espejo


Espejo testigo de las cuitas de otro,
guarda mis recuerdos de niña,
aprendió conmigo a recitar,
me enseñó ademanes,
escuchó mis cuentos.
No se quejó…
ni se cansó de oír.
¿Dime espejo… era feliz?
_ ¡Sí!
Cuando veías la muñeca
que celosamente guardaba la abuela.
La muñeca vestida de novia
que te trajo tu papá del extranjero
_ ¡No, no la saques, la vas a ensuciar!
Entonces sólo entonces…
se apagaba la alegría.
Vuelve la lluvia,
vuelven los huracanes.
El tiempo deja huella en el rostro
más no en mi corazón.
Vuelven los recuerdos niños,
sueños de amor e ilusiones,
la brisa, los árboles caídos.
Arroyos donde corrían mis pies descalzos,
barquitos de papel.
Se tejía la coraza que protege el corazón
de pagar culpas, de expiar dolor.
Quisieron apagar el fuego
de la erudición y la fantasía,
callar el jilguero que habita en mí.
Lágrimas y más lágrimas
no me han robado la sonrisa.
Me cobijé de árboles, historias,
encantamientos y
consejos de la abuela.
Perdí algunas ilusiones
más no los sueños.




Karime

¡Misericordia Señor, misericordia!
Por la que debía volar y
le cortaron las alas.
Por la que dejó sus muñecas en solitud.
Por esa madre que perdió un ángel,
por mi gente que sufre barbarie…
coacción de libertad.
¿Dónde está la Esperanza,
la Pureza y la Pasión?
¿Dónde está mi pueblo feliz?
Un ángel ha caído
sabe Dios de qué manera,
una lápida fría
fue su sepulcro.
Tapia, sobre tapia
ocultó el pecado.
Queda el eco de su risa,
la música de su canto…
voz que no olvidará la familia.
Se exalta la Pasión
el pueblo clama
¡Justicia!, ¡justicia!
Tras altas puertas
sólo hay silencio… silencio.
Piden que rueden cabezas
¿De quién Señor, de quién?
Misericordia te pido y
un vigía en cada hijo tuyo.
¡Danos Padre mío
la luz de la tolerancia!
América Guerrero González.






ISIDORO A. GÓMEZ MONTENEGRO


Bañistas de piel mulata



Mujeres sumergidas
en agua acidulada,
pezones marrón de escasa longitud.
Alfaguara de agua
resbala sobre sus cuerpos
cae línea de versos en sus oídos.
La sombra del árbol las protege de
miradas ajenas.
El sol lanza esquirlas doradas
en espacios muertos
donde duermen las aguas.
Con el cabello cubren su cintura…
ocultan el triángulo pudoroso del amor.
Esconden lirios bajo el agua.
Lagartijas se posan en soledad.
Damas de piel mulata,
de pequeños senos
ocultan sus cuerpos.
Manos de viento las acarician
carecen de miradas,
de líneas verticales.
Ven el mundo de otra forma,
dormirán fatigadas bajo la brisa.
Sirgos las cubriráncuando alguien
trate de mirarlasen el atardecer
ponen estribos al día
sin violentarlo.


Ventanas de otoño


Se ven ventanas de otoño,
llanto de finísimos cristales,
vuelo de alboradas.
Hilo enhebrado
atraviesa estaciones
rompiendo calendarios.
Lugar donde no nacimos…
Lluvia cae
llevándosela infancia acuestas
creyéndome indoblegable.
¡Ah tiempo!
Ave migratoria de alas fuertes
llegó para quedarse,
me hace sucumbir.
Ráfaga inasible en reyerta
vestigio de luchas,
cuerpo contra cuerpo.
En tu ombligo
despierta el sol inmóvil.
Recuerdo mis días niños
se reúnen fisonomías de lluvia
en ollas sacramentales;
aunque el otoño traiga dolor.
Milagrosos rostros,
telarañas de años cubren mis ojos,
heridas surcan mi faz
cuando asomo a la ventana.
Huéspedes concurren
como sueños de nostalgia y
adioses de sombra.
Noche…deseos luminosos…
silencios otoñales.








lunes, 15 de septiembre de 2014

JUAN GUERRERO


INTERMEDIAS 

I La plenitud debe ser conseguida en la atmósfera y estratosfera.
II
Los ojos siempre han sido el espejo, nuestras pupilas seguirán delatandonos.
III
La sangre: guarda de imágenes; grapa de reunión.
IV
El vicio de la lectura nos empapa de conocimiento; bienvenido sea el vicio.
V
El autobús nos lleva por caminos, ayer como hoy fueron distintos, y lo seguirán siendo, siempre que queramos ser nosotros.
VI 
El viento mece tus cabellos;
primer idea de libertad. VII La curva siempre fue mejor a la línea; una recorre y regresa, la otra, solo recorre y jamás regresa; yo soy parábola.
VIII 
Todo o nada, todo lo demás; poco o nada os importa. IX La pirámide seguirá siendo la figura culminante. X Siendo animal recomiendo ser como el león y la mosca, enteramente juntos; esto es, la velocidad de uno y la fuerza del otro.
XI
Amaneceres mansos después del sueño prodigio; cuando eras y ya no sos.
XII
A pesar que el teorema esta dado, la parábola no es un dado.
XIII
El río fluye constante y no descansa como las aguas del mar; más vale ser río que mar.
XIV
Rotar sin regreso te lleva por zonas, mas no por senderos.
XV
Hoy no circulo; mañana... no lo se.



TAN DELGADA COMO UNA HADA

atosigada en zonas de desastre gris, deambulaba
infeliz balbuceando apenas jolgorios, del ir y venir;
atropellada de ayeres muy tardes, parlaba sin reír, iba y venia de afrodita a musas , sin ningún porvenir.

Atribulada de penas y so penas, a gatas, estaba ella; 
solía decir que fue bella, tanto, como una estrella, 
maltratada por los unos, mal querida por algunos, 
mas con todo delicada, tan delgada; como una hada. 
Apabullada por dolencias en el vientre, entrevió la muerte, 
la encontró acompañada de su perro y su fiel tonaya; 
desdichada, desdentada y desgraciada encontró su suerte, 
Aida se llamaba, y en la tumba, aun retumba; su tonada. 


XIII 
El río fluye constante y no descansa como las aguas del mar; más vale ser río que mar.
XIV
Rotar sin regreso te lleva por zonas, mas no por senderos.
XV 
Hoy no circulo; mañana... no lo se.





ESPERANDO

Todo surgía en el amanecer del tiempo,
el Edén y el paraíso eran terruño contiguo.
La arbolada del ayer deglutía en una magra tarde,
esperando un movimiento para poder alcanzarte.
El suceso transcurría estrepitoso queriendo decirte
lo tanto que corrí para tan sólo mostrarte.
Esperando tomarte para así hablarte,
esperando abrazarte para poder besarte.

Todo caminaba lento escuchándose ruidos
no siempre rítmicos y muchas veces sordos.
La certeza de tocarte fue desapareciendo
trayendo consigo gritos y demás aullidos.
El camino del regreso traía densa confusión
y letanía escuchàbase en patios del derredor.
Esperando atajarte para mejor enlazarte,
esperando palparte para jamás olvidarte.
Los episodios todos se multiplicaron contigo
y el boulevard quedó hecho añicos consigo.
Los pasos se detuvieron por mecanismo repentino,
los hombros y ventanales claudicaron en el olvido.
Las terapias cavaron pensares y demás sentires,
los tropiezos fueron regla en inmensos jardines.
Esperando estar a solas para así morderte,
esperando estar contigo para poder lamerte.
Todo espacio se redujo en su entorno e influjo,
los rincones sin vos fueron sin ningún tipo de lujo.
Las sesiones sin saberte cerca claudicaron
conjuntamente con mi mente, alma y coraza.
Los teoremas tropezaron con diversos engramas,
las ideas cavilaron entre telarañas y mil marañas.
Esperando solo amarte, para feliz vivir; 
esperando sólo poseerte...para bien morir. 

Esperando solo poseerte...para bien morir

IGNACIO A. OLIVAR


Tus pupilas


En lo profundo de tus pupilas
Se halla la fuente de la calma cotidiana.
Mientras tus llantos y tus gemidos reclaman abrazos e historias,
Mientras la brisa esquiva las cortinas para que floten tus brazos.
Y en lo profundo de tus pupilas...

En el letargo de tiernas miradas
Se escuchan rumores de besos y mimos.
Mientras la plenitud derrocha perfumes de flores y especias,
Mientras tus sueños despiertan asombro a quienes te cuidan.
Y en lo profundo de tus pupilas...

En horas, minutos, instantes, sucesos
Se nutren y expanden las texturas de tu piel
Mientras soles y lunas cobijan tus cielos y tu tierra,
Mientras tus pausas, tus ritmos enamoran el mundo.
Y en lo profundo de tus pupilas me recuesto tranquilo...

CLAUDIA ELIZABETH CASTILLO VELASCO

AMBIVALENTE


Yo vivo muy seguido
ya veces también muero;
despierto en las noches,
en el día es mi sueño.

A veces soy blanco,
otras veces soy negro.
¿Qué más da si soy ambos,
o me pongo en el medio?

Soy aurora boreal,
que desciende del cielo.
Soy la rosa naciente
donde se anidan tus besos.

Soy la grieta eventual,
de los murmullos sin causa;
soy el rocío de lluvia
que en las flores se instala.

Soy la mano que tomas,
cuando tú te levantas,
soy el pie que se cruza,
cuando el otro resbala.

A veces creo en una mentira,
siempre dudo de los que confío.
camino a través estos versos,
impregnados de suspiros.

Recuerdo al que me olvida,
olvido a quien me recuerda;
sumergida en absurdos,
secretos que queman.

Se derrama la arena,
como diamantes de seda,
fluyen imperantes,
como ríos de ideas.

Viajando en silencio,
en la oscura penumbra,
carcajeo estridente,
mientras el sol me alumbra.

Desafiando creencias,
enenormes ciudades,
creo en mi misma,
eso es lo importante.

Voy de un extremo a otro
con demasiada sencillez,
así como cae en el viento
una hoja de papel.

Cambio de parecer tan rápido,
así como se rompe el silencio.
Soy y no soy nada,
siempre al mismo tiempo

taciturna, alegre; llena, vacía,
segura, indecisa; tierna, agresiva.
La misma persona, gira y gira,
en una ruleta, desafiando la vida.

La dualidad está en mí,
y también el equilibrio;
nada se debe decir…
de lo que aún no está escrito.



EL MIRAR A LOS OJOS

Puedo verte sin remedio,
y adentrarme en tu alma;
¡que preciado placer!
Me concede tu mirada.

Más allá del tiempo,
de lejanos horizontes,
aquellas perlas cristalinas,
¡hipnotizan mis temores!

Permíteme observar,
a quien tengo de frente,
contemplar esos luceros;
¡parpadean inminentes!

No te escondas detrás,
de tu impenetrable barrera.
¡Muéstrate tú mismo!
Déjame sentir tú esencia.

Anhelado manjar,
asomarme en tu ventana,
que me invita a probar
¡las heridas del alma!

Quiero descubrirte,
descifrar todo código,
que esconde aquel velo,
puesto en tus ojos.

No rehúyas la vista,
no te escondas, no evadas,
¿no ves que me embelesa,
la energía de tus pupilas claras?
                                                   
¡Hagamos contacto visual!
Hazme saber que estas presente,
que toda tu atención,
tú me la concedes.

Porque si esos cristales,
tú posas aquí,
todo derrumbas,
muy dentro de mí.

Ardientes luceros,
fanales incandescentes,
concédeme entender,
al ser humano que siente.

Retinas humeantes,
iris deslumbrante,
mirarte a la cara…

¡es un placer insondable!


MICHEL POWERY

VICEVERSA

Te amo y te odio
como te espero y no.
A esto me ha conducido tu actitud
de dudas y confirmaciones.
Simplemente complicada la turbia transparencia
en que vivimos.
No  me quieres pero no me dejas ir;
Permanezco con deseos de partir.
Que demencial cordura nos hace padecer.
Hay mucho de nada...nada de todo...
Queremos con desprecios y odiamos con amor.
Juntamos las soledades y nos separamos para sentirnos unidos,
por el beso, la añoranza, la nostalgia
o que se yo...




Guiltiness

La culpa es mía.
Porque nunca te hice saber que yo también necesitaba atenciones.
Siempre fuiste el centro de nuestro mundo y eso terminó por destruirnos.
Te hice crecer engreída y egoísta.
Tu nunca diste, yo jamás exigí.

Soy responsable de quererte demasiado, a veces mas que tú misma.
Ahogaba mis dolores para calmar los tuyos y te creó una falsa...idea.
Si erraba, asumía yo sus motivos y consecuencias.

Mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa!
Todo ha fracasado por mi causa.
No logro safarme de esta penitente sensación de haberle fallado al mundo, al amor, a mí mismo.
No dejo de auto flagelarme con cuanta doctrina, venenos, o cualquier excusa disponible para castigarme por los reveces.

Ahora soy faquir de mis propios rechazos.
Calcinado espíritu arrastrando las penas del pasado.
Futuro incierto y adolorido por las malditas sombras que socaban mi ser.
Soy tan pecador que aún no reconozco que tu eres igualmente, o más, culpable de esta hecatombe.

La culpa es mía,
Por no aceptar que también yo tenía más preguntas que respuestas.
Por negarme la posibilidad de quererme más que a los demás.
Por ignorarme cuando otros eran el centro de mi universo.
Por depender de la voluntad y aceptación ajenas.
Por no tenerme paciencia ni confianza.



IAN EMANUEL ROMERO FUENTES

Abismo

Dulcemente mi amor se trepa, por tus manos y si me sueltas siento caer en un profundo abismo, no me dejes solo, pendiendo quizás de un hilo delgado, mi corazón late muy fuerte, rogando que no me dejes nunca caer, estas en mi recuerda que mi vida se mece en tu mirada, no deseo sumergirme en el abismo del olvido, amor, ahora te toca a ti salvar este pobre tipo de solo sabe decir te amo……






RECUERDAME:


RECUERDAS EL POR QUE ME AMABAS?
DIBUJABA PARA TI UN ARCO IRIS EN EL CIELO Y TU SONREIAS ILUMINADO TODO EL UNIVERSO,
TOMABA LAS ESTRELLAS Y LAS PRENDIA DE TU CABELLERA,
Y AHORA QUIERO QUE RECUERDES EL POR QUE ME AMABAS,
DIME QUE RECUERDAS Y NO ME DEJES EN EL OLVIDO,
DESEO TANTO SABER SI PIENSAS EN MI  Y GUARDASTE PARA TI MIS CARICIAS Y MIS BESOS,
SOLO TE PIDO QUE ME RECUERDES A MI, NO PIDO NADA AMOR SOLO QUE ME RECUERDES Y QUEDARME TATUADO EN TU SER,
ACASO AMOR RECUERDAS LA RAZON POR LA QUE ME AMABAS?



MARIA LUZ OLIVARES ALDANA



TAL VEZ


Si, tal vez intentes
leer en mis ojos
con el fin de saber
que tengo en el alma.

Si la tristeza
es una amiga sádica
o si traigo
una araña tejiendo
en la garganta.

Sé que es difícil
disfrazar la tristeza
procurando
no se corra el maquillaje.

Pero de cualquier manera
tendrás que perdonarme
que yo no te cuente
mis penas.

Ni la triste historia
que los vientos
dejaron
solo cenizas.

En la hoguera febril
de mis amores…







LOS RECHAZADOS

Son como semillas
en tierra seca, agrietada,
como arenillas desérticas
al viento azotadas.

Torbellino de borrasca
que el pie del tiempo
implacable pisotea
machaca…

No encuentran eco
cuando duermen
soñando, hilando
palabras, hechos;
y buscan calor
de la mano anhelada.

Los rechazados
no tienen paz,
no encuentran,
arañan el silencio
en busca del eco
de la voz lejana.

En las ráfagas del viento
la noticia del periódico,
en las fotos del festejo
las poses del amado,
y en goles de futbol
la algarabía hermanada.

Los rechazados buscan
en la minuta del coctel
el trago fuerte
que adormece
la voluntad de llegar
temprano a la cama.

Pues ellos, no tienen calma
y para encontrar
la forma de vivir
buscan muchos atajos
van y vienen
y en las bodas quisieran
ser los festejados.

RAMÓN DE JESÚS HERNÁNDEZ OLIVARES

SOLEDAD QUE MATA


Siento un nudo en la garganta
lleno de espinas,
quemando mis ansias, los sentidos
y mi alma.

Miro cada segundo que pasa
detrás del cristal
de un reloj de pared
roto y polvoriento.

Me duele el silencio
que mata los aullidos de la noche,
mientras una lluvia de ideas locas
limpia la ventana.

Mis manos temblorosas
por la ausencia del abrazo,
que entre sueños de madrugada
nos entrelaza.

Cierro mis ojos
busco tu imagen grabada
en un recuerdo o en melodía,
que danza entre espectros
que delinean tu silueta,
¿Y yo? Imagino besar tu espalda.

Al filo de la noche atormentado
observo que en el lecho,
existe aroma más bello
impregnado en la almohada.

Enloquezco entre miradas perdidas
de puntos cardinales de una habitación vacía,
que implora tu voz,
tus carcajadas.

Si en instantes escucho tu respirar agitado
mis manos se aferran a mi cara,
para detener la pesadilla
de una locura de amor, que avanza.

Estás en distancias 
donde el camino se viste de tristeza,
llora el ave errante
triste la sombra del pensante,
voz callada de los gnomos ausentes.

¿Y mis musas?
¡Muertas!
Entre rosas negras.

En esta soledad que mata
camino arrastrando  la pena de tu olvido
mientras la lluvia canta.





FUEGO Y HUMO


Hoy por la mañana
el sol ha besado mi espalda,
y mis sueños envueltos en maraña
cobijan tu imagen dañada

Esos fuertes dolores en mi pecho
son amor y desamor al mismo tiempo
uno ríe, otro llora.
¡Cuando cantan los cuervos!

Trato delinear con frases bellas tu nombre,
en el diario oculto que gime en su escondite
elegido por mí al caer la noche.


Soy el intruso de tu pasión
aroma de tus besos autistas,
calor en venas de torrentes
ocultos en las mañanas ausentes.

Soy fuego en tus danzas
y humo… ¡Cuando callas!

GUADALUPE ESPINOZA LAGUNAS


SOMOS…

Somos un breve espacio 
en el transcurrir del tiempo,
somos un viento frío
en una tarde de invierno.

Somos de la corriente
la espuma desvanecida,
la hoja que arrastra el viento,
la rama de árbol mecida...

Marionetas que el destino 
maneja a su voluntad,
gorrión preso que en su canto
le llora a la libertad…

Quizá como el ave errante
que nunca encuentra su nido
soñando siempre el mañana,
no vemos que el hoy se ha ido...

Somos la arena que antaño 
besaba el mar con sus olas
y hoy, en un cristal inerte
tan sólo marca las horas...

Somos todo y somos nada,
somos estrella fugaz
somos viento, somos bruma
somos un sueño de mar...








Revelación

Un día salí presurosa,
al escuchar un clamor
alguien que lloraba a gritos
expresaba su dolor...

Escuché angustiosamente
lo que el viento me decía,
la tierra lloraba sangre,
al ver que el pueblo sufría.

Había niños en las calles,
mendigando caridad
vendiendo su alma y su cuerpo,
por un mendrugo de pan,
mujeres abandonadas;
luchando por subsistir
ancianos tan olvidados,
sin sueños, sin porvenir...

Caminé entre las penumbras,
por ésa... ¡mi gran ciudad!
llorando al ver la miseria,
la indolencia, la crueldad...

¿Cómo pudo ser posible,
haber llegado al extremo?
¿Por qué la desigualdad?
¿por qué el dolor de mi pueblo...?

Un niño de cara sucia,
ropa raída y descalzo,
me miró con gran tristeza,
y dijo extendiendo el brazo:
-¡Por favor, una moneda...!
Hoy no ha comido mi hermano.

Me guió a un rincón muy obscuro,
sucio, frío y pestilente
entre ratas y basura
se encontraba un inocente,
ahí; tirado en el suelo
había un bultito temblando,
como un témpano de hielo
y estaba ya agonizando...

Tomé aquel niño en mis brazos,
sentí que se estremeció
lo apreté contra mi pecho,
dejando correr el llanto,
abrió apenas sus ojitos,
ya secos, tristes, opacos,

Así con su último aliento
y un esfuerzo sobrehumano,
me miró muy fijamente
y luego extendió su mano...
tomó la de su hermanito
y a su pecho la acercó
le dijo: - adiós hermanito,
mi tiempo aquí; se acabó
pero ya me voy tranquilo,
un ángel te va a cuidar,
pórtate bien , sé buen niño
y no te olvides de orar,

Cerró entonces sus ojitos
y en un instante expiró...
el cielo lloró conmigo,
formando un mar de dolor
lloré a gritos mi impotencia,
le pregunté a Dios por qué...
¿Por qué dejas que esto pase,
si son seres inocentes?
¡En cambio le das la vida,
a miles de delincuentes!
¿Dónde estás, que no te veo?
¿por qué escondiste tu rostro?
¿Por qué no escuchas mis ruegos,
acaso te has vuelto sordo?

Entonces en un susurro,
escucho una vocecita,
y siento sobre mi rostro,
una fría y tierna manita,

_¡Señito, Dios sí nos oye,
por eso está usted aquí,
él la mando con nosotros,
porque yo se lo pedí;
por eso dijo mi hermano
que un ángel me va a cuidar,
Dios me lo había prometido,
que a alguien iba a mandar.

¡Ay!- los hijos de la calle;
¡Cuánto dolor les aqueja!
hambre, frío, humillaciones,
soledad... y un mar de penas.

Aún así, me han mostrado,
una gran lección de amor,
de fe, valor y esperanza...
¡De firme creencia en Dios!

Algo cambió en mi interior,
cuando el sueño terminó;
y en mis días; antes tan grises,
un gran sol resplandeció.

Ese sueño fue en mi vida,
como una revelación,
que marcó mi nuevo rumbo,
que me asignó una misión.

Aunque no puedo hacer mucho
y esto no puedo cambiar,
lucho a diario, día a día;
¡Tan sólo por mejorar!