VOCES DEL UNIVERSO

VOCES DEL UNIVERSO

lunes, 15 de septiembre de 2014

GUADALUPE ESPINOZA LAGUNAS


SOMOS…

Somos un breve espacio 
en el transcurrir del tiempo,
somos un viento frío
en una tarde de invierno.

Somos de la corriente
la espuma desvanecida,
la hoja que arrastra el viento,
la rama de árbol mecida...

Marionetas que el destino 
maneja a su voluntad,
gorrión preso que en su canto
le llora a la libertad…

Quizá como el ave errante
que nunca encuentra su nido
soñando siempre el mañana,
no vemos que el hoy se ha ido...

Somos la arena que antaño 
besaba el mar con sus olas
y hoy, en un cristal inerte
tan sólo marca las horas...

Somos todo y somos nada,
somos estrella fugaz
somos viento, somos bruma
somos un sueño de mar...








Revelación

Un día salí presurosa,
al escuchar un clamor
alguien que lloraba a gritos
expresaba su dolor...

Escuché angustiosamente
lo que el viento me decía,
la tierra lloraba sangre,
al ver que el pueblo sufría.

Había niños en las calles,
mendigando caridad
vendiendo su alma y su cuerpo,
por un mendrugo de pan,
mujeres abandonadas;
luchando por subsistir
ancianos tan olvidados,
sin sueños, sin porvenir...

Caminé entre las penumbras,
por ésa... ¡mi gran ciudad!
llorando al ver la miseria,
la indolencia, la crueldad...

¿Cómo pudo ser posible,
haber llegado al extremo?
¿Por qué la desigualdad?
¿por qué el dolor de mi pueblo...?

Un niño de cara sucia,
ropa raída y descalzo,
me miró con gran tristeza,
y dijo extendiendo el brazo:
-¡Por favor, una moneda...!
Hoy no ha comido mi hermano.

Me guió a un rincón muy obscuro,
sucio, frío y pestilente
entre ratas y basura
se encontraba un inocente,
ahí; tirado en el suelo
había un bultito temblando,
como un témpano de hielo
y estaba ya agonizando...

Tomé aquel niño en mis brazos,
sentí que se estremeció
lo apreté contra mi pecho,
dejando correr el llanto,
abrió apenas sus ojitos,
ya secos, tristes, opacos,

Así con su último aliento
y un esfuerzo sobrehumano,
me miró muy fijamente
y luego extendió su mano...
tomó la de su hermanito
y a su pecho la acercó
le dijo: - adiós hermanito,
mi tiempo aquí; se acabó
pero ya me voy tranquilo,
un ángel te va a cuidar,
pórtate bien , sé buen niño
y no te olvides de orar,

Cerró entonces sus ojitos
y en un instante expiró...
el cielo lloró conmigo,
formando un mar de dolor
lloré a gritos mi impotencia,
le pregunté a Dios por qué...
¿Por qué dejas que esto pase,
si son seres inocentes?
¡En cambio le das la vida,
a miles de delincuentes!
¿Dónde estás, que no te veo?
¿por qué escondiste tu rostro?
¿Por qué no escuchas mis ruegos,
acaso te has vuelto sordo?

Entonces en un susurro,
escucho una vocecita,
y siento sobre mi rostro,
una fría y tierna manita,

_¡Señito, Dios sí nos oye,
por eso está usted aquí,
él la mando con nosotros,
porque yo se lo pedí;
por eso dijo mi hermano
que un ángel me va a cuidar,
Dios me lo había prometido,
que a alguien iba a mandar.

¡Ay!- los hijos de la calle;
¡Cuánto dolor les aqueja!
hambre, frío, humillaciones,
soledad... y un mar de penas.

Aún así, me han mostrado,
una gran lección de amor,
de fe, valor y esperanza...
¡De firme creencia en Dios!

Algo cambió en mi interior,
cuando el sueño terminó;
y en mis días; antes tan grises,
un gran sol resplandeció.

Ese sueño fue en mi vida,
como una revelación,
que marcó mi nuevo rumbo,
que me asignó una misión.

Aunque no puedo hacer mucho
y esto no puedo cambiar,
lucho a diario, día a día;
¡Tan sólo por mejorar!


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